miércoles, 26 de diciembre de 2018









(Manbiki kazoku)
Dr. Hirokazu Koreeda



Una película bendecida por una Palma de Oro en Cannes, totalmente merecida, según mi modesto criterio.

Historia de una familia nada convencional, en un arrabal marginal de la gran ciudad de Tokio.

Sobrevivientes de las penurias inherentes a las clases bajas en cualquier sociedad desarrollada según los cánones reconocidos.

Son felices en su día a día, donde miran de conquistar sus pequeños placeres diarios, a base de subvertir las normas.

Son ladronzuelos de pacotilla y eso es lo que enseñan a los pequeños de la familia, en el arranque de la película adoptan una niña recogida de la calle con evidentes signos de maltrato.

Tras desestimar su devolución, la aceptan con total naturalidad y forma parte de un grupo de lo más vario pinto, en el que destaca una abuela muy peculiar.

Un film muy humano, con un final sorprendente donde se nos muestra la verdadera causa de la unión familiar, como en todo, un imprevisto desata el secreto de ese peculiar grupo.

Totalmente recomendable.



Barcelona, Diciembre 2018

domingo, 16 de diciembre de 2018

EL MESSIES de HÄNDEL




Foto de I.C.C.



EL MESSIES DE HÄNDEL

Basílica de Santa María del Mar

Alfredo Ibarra,      Director
Charo Tris,            Soprano
María Melnychyn,  Mezzo
Carles Muñoz,        Tenor
Fernando Álvarez,  Bajo
JOFICAT                (Jove Filharmónica Catalana)
Coral de Sant Cugat



Asistir al concierto del Mesías de Händel en el incomparable marco de la basílica de Santa María del Mar, compensa todos los peros que se le puedan poner a unos coros de carácter modesto o unos solistas poco conocidos e incluso a unos músicos más entregados que ensayados.

Un Mesías siempre es una pieza de audición fácil para el público conocedor, no así para gente poco habituada, que ante la dificultad de un lugar sin las comodidades de una sala de conciertos, empieza a emigrar a medida que la audición se alarga.

El frío reinante también ayudó a acelerar el éxodo, que hacia el final era excesivamente notorio.

Y eso que era una versión reducida, en la que se nos ofrecía coros y solos, eliminando gran parte de las piezas únicamente instrumentales.

El querer captar más público, tiene estas cosas, pero al final, escuchan los de siempre.

En fin, una grata audición, de una pieza que forma parte del bagaje colectivo de todos los medianamente aficionados a eso de la música clásica.

Que en estas celebradas fechas, se propician este tipo de actos en instalaciones fuera del circuito digamos más comercial, pero que les dan una entidad extra digna de agradecer.

Ni que decir tiene que mientras pueda seguiré asistiendo en años venideros, como hice en pasadas ediciones o este año. Santa María del Mar tiene un “algo” especial.



Barcelona, 16 Diciembre 2018



Foto del autor