viernes, 2 de febrero de 2018

JAZZ VESPERTINO

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JAZZ CLASS
Fundació Catalana Jazz Clássic                                                                    CASA ORLANDAI



LAS MIL CARAS DEL JAZZ


Hay tardes noches que salen redondas, cómo cuando te  presentas en un Casal del barrio, donde hay un sin número de actividades, entre las que hay una, que me motiva lo suficiente como para procurar no perdérmela nunca, pues nunca fallan.

Periódicamente, practicamente  una vez al mes, ofrecen una sesión de jazz, en una pequeña sala de actos, en las que deben de caber, bien hermanadas una cincuentena de personas, quizás sesenta, si aparte del hermanamiento hay cariño.

Estos conciertos están liderados, por  algunos componentes de la formación La Locomotora Negra, con invitados de otros grupos o solistas del mundo del jazz.

Sería lo que normalmente consideramos una jazz sesión, un montón de gente subida al escenario, dando rienda suelta a su sapiencia en el dominio de un instrumento, improvisando dentro de las pautas de una pieza de música, en la que el ritmo lo transmitimos todos los asistentes con palmas y pateos.

El grado de confraternización entre los músicos y el público es muy alto, al estar muy próximos a ellos que apenas caben en el escenario, estando el piano abajo y a veces alguno de los jazzman también.



Por la hora, aunque el de ayer fue un poco más tarde de lo habitual, el centro en que se hace y el tipo de música, la afluencia de gente joven, es muy escaso, lo cual es una lástima, pues el jazz es una música viva que transmite precisamente esas ganas de vivir.

El concierto fue un paseo por los diversos estilos del jazz, incluyendo sus fuentes como son el blues y el gospel. Pasando luego a la época de las Big-Bands, sobretodo en New Orleans, luego el jazz sube hacia el norte, siguiendo el curso del gran río Mississipi.

Es cuando la música se va consolidando hasta llegar a Chicago, e ir incorporando más elementos musicales como la batería, a medida que el jazz pasa a ser tocado en locales cerrados. Es aquí donde se incorporan músicos blancos al nuevo estilo que pronto pasa a New York. Donde aparecen las grandes orquestas.

Cuando el jazz llega a Europa, en su plena época dorada en los USA, aparece el Gipsy Swing de la mano de músicos como Django Reinhart.

Con la segunda guerra mundial, y su posterior escasez natural, la cosa declina un poco, desapareciendo las grandes orquestas, pero quedando los pequeños conjuntos tocando en las cavas.

Es muy importante, como fue el caso en esta presentación, la buena entente entre los diversos músicos, acompañados de un cantante en algunas de las piezas, cómo disfrutan, bromean, y compiten entre ellos, en los solos, esa energía positiva se comunica al público, que es cuando disfrutamos de lo lindo con el concierto.

La verdad es que salimos de la sala, con la euforia contagiada para poder tener ánimos, de ir a celebrarlo con una buena cena, cosa que hicimos inmediatamente en un local cercano, el Canet donde suelen atendernos con el mismo espíritu visto en el concierto.


Sarrià, 2 Febrero 2018


12 comentarios:

  1. Me encanta que hayas reseñas de música, da igual el tipo, porque se nota tanto que disfrutas de ella que contagias

    Un abrazo

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    1. Es que realmente disfrute y me gusta hacerlo saber, para que la gente se anime, la música no entiende diferencias.
      Un beso.

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  2. Una buena jornada, si señor.

    Es una pena como dices que los jóvenes no sepan apreciar el jazz, creo.que hay poca cultura musical.

    Besines.

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    1. I tant!!! ;)
      Realmente me sorprende, por que somos los mismos que ya nos gustaba cuando eramos jóvenes, pues parecíamos todos de la misma quinta.
      Besines.

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  3. El jazz!!! no abunda el buen gusto en la música... prefieren ir perrando...
    Buen post y un disfrute.
    Un abrazo Alfred.

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    1. No sé si es el buen gusto o qué, pero afición no tienen, si acaso el hip-hop, el rap y esas cosas.
      Muchas gracias!
      Un abrazo carmen, buen finde.

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  4. Alfred consigues transmitir el entusiasmo por la buena música y todas esas sensaciones que te hacen sentir.
    Un abrazo

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    1. Gracias Conxita, me gusta transmitir esa sensación, para animar a que se acuda más a oír música en directo.
      Un abrazo.

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    1. Hay que sacar partido de estos, en principio pequeños actos, pero que nos llenan un montón.
      :)

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  6. ¡Pues sí que ha sido una tarde-noche redonda!
    Hay tanto sentimiento mezclado con los sonidos de la música de jazz, que a mí llegan a emocionarme y siempre me dejan un regusto triste y melancólico.
    Pienso que, si la juventud huye de este tipo de música, es porque no se han parado a escucharla, la asocian con áfrica, con los negros y se creen que es un género musical menor al que no hay que prestarle mayor atención.
    La música une y de ahí esa maravillosa hermandad en un reducido salón de actos.
    Cariños.
    kasioles

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    1. Es una lástima, dado que la música es un lnguaje universal, con el cual es fácil conseguir una suerte de hermanamiento, en cualquier acto, como este que tuve la suerte de disfrutar y que entre la gente joven tendría incluso un mayor sentido. Al menos es lo que recuerdo de cuando empece a conocer este género musical, incluyendo luego a todos, claro.
      Un abrazo Kasioles,

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