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jueves, 29 de junio de 2017

Incidente turístico



Fotos de diversos autores protagonistas de esta pequeña historia


La Reclamación

Plaza en un pueblo costero, el sol aprieta, estamos en el primer día de verano, ni una nube para contrastar en un nítido cielo azul.

En esa Plaza Mayor, se concentra una gran afluencia de público: Autóctonos, turistas y visitantes, todos deambulan tocados por el calor, en busca de una buena sombra que les acoja.

Las terrazas, con sus toldos y sillas patrocinadas, invitan a sentarse al fresco, para degustar un aperitivo al mediodía, bien acompañado por los amigos.

En una mesa, unos forasteros, con una media de edad, que sus canas eleva bastante, discuten con una camarera malcarada.

Unos turistas observan la escena, sin entender de qué hablan, aunque por los gestos algo interpretan.

Aparece una patrulla de agentes municipales,  con las prisas de quien se sabe siempre esperado, avisados para mediar  los ánimos entre las dos partes y obligar al jefe del local, a poner la hoja de reclamación  a disposición de los clientes que se sienten estafados.

Así, mientras cada uno de los miembros de la patrulla se dirige a uno de los grupos litigantes, el resto de los clientes miran extrañados la escena.

Al cabo de un largo rato, tras ser rellenada la susodicha hoja por cada parte, los forasteros abandonan el local, con cara de no haber sido entendidos.

El público vecino, sigue degustando su refrigerio sin inmutarse.





Algo más tarde, en una casa de ambiente rural, unos olivos hacen de testigos silenciosos, en una soleada mañana, del encuentro de varios amigos  en el jardín de entrada.

Día caluroso, algunos van de calle y otros vestidos de baño.





-        ¡Hola!
-        ¿Qué tal la travesía con la lancha?
-        ¡Hola!
-        Sí, eso.
-        ¿Cómo ha ido?
-      ¡Guay! ¡Una pasada! Hemos ido hasta donde están cercados los atunes y luego nos hemos bañado en alta mar.
-        Después os pasamos las fotos. Si no hay fotos no hay acto a celebrar.
       Si eso, veamos las fotos. Luego las intercambiamos.
-       Con la brisa de navegar, no hemos pasado nada de calor y luego con un chapuzón fantástico, menos.
-        Nos ha dejado como nuevos.
-        El agua estaba fresquita.
-        Vale. ¡Genial!
-         Aunque aquí, ha sido una cosa más discreta.
-        Hemos ido a comprar y a tomar un aperitivo al pueblo.
-        ¿Y qué tal?
-        ¡Fatal!
-        ¿Y eso?
-        ¿Si que os ha pasado?
-        Bueno nada grave.
-        No nada.
-        Nada bueno.
-        Sólo qué nos han intentado timar.
-        Así, tal cual.
-        Cómo lo oís.
-        Sí,  hemos acabado llamando a la policía.
-        ¡No jodas!
-        ¿Qué ha pasado?
-        Que a la hora de pagar nos han cobrado de más.
-         Y ¡Claro! Hemos protestado.  
-        Bueno, lo normal.
-        ¡Ya! Pero no veas cómo se ha puesto la camarera.
-       La tía refunfuñando que ella sabía muy bien lo que nos  había servido y nosotros claro éramos unos aprovechados,   intentando estafarle.
-        Sí eso, unos muertos de hambre. Y a mí eso no me lo dice nadie.
-        Bueno, bueno, explicad
-        Sí,vale,cuenta, cuenta.
-        ¿Qué ha pasado?
-        ¿Cómo ha sido?
-       Pues eso, que la tía se ha puesto borde y tras la protesta, al final nos devolvía el importe de una caña, pero faltaba el de una jarra.
-       Y cómo estábamos en la mesa esperando, sin movernos para irnos, se ha puesto a airear el tema a voz en grito.
-        En vez de intentar solucionarlo.
-        Al final, por maleducada, le hemos pedido la hoja.
-        Sí, eso, la hoja de reclamaciones.
-        Y va la tía y nos dice que esperemos sentados.
-        ¡Ostras!
-        Lo que oyes.
-        Que ella no se ocupa de eso. Y llamará al jefe.
-        Entonces va éste y le suelta, que va a llamar a la poli.
-        No veas cómo se ha puesto.
-        A la tía vocinglera sólo se le ocurre decir, que ya puede llamar a quién quiera y si quiere ya llama ella a la poli.
-       La cosa se ha ido caldeando. Intentaba provocar para que salieran en su defensa.
-        Supongo que pretendía que alguien la apoyara.
-        Sí, pero su compañera ha escurrido el bulto.
-        Sí, no le ha hecho ni caso.
-        No,  si es que estaba como un cencerro.
-        Sí, de los de atar.
-        Sí,  total que al final hemos tenido que esperar.
-        ¡Casi una hora!
-        Los “mossos” han confundido el pueblo.
-        Hartos de esperar, hemos vuelto a llamar.
-        Sí, encima por similitud de nombres, con el de otra comarca, se habían equivocado.
-       Al final cuando se han aclarado,  nos han dicho que llamáramos a la policía local, la municipal. 
-        Total, vuelve a llamar, vuelve a explicar y sigue esperando.
-        Con la llegada del dueño, no se ha aclarado nada, daba la razón a la camarera y hasta que no han venido los municipales no ha sacado la hoja de reclamación.
-        Todo con no muy buenas maneras y en ningún  momento disculpándose por el follón montado, ni el trato  vejatorio.
-        Todo muy desagradable.
-        Sí, menos mal que mientras hemos ido a comprar.
-        Sí, él, ha preferido aprovechar mientras. Yéndose  a comprar al súper de al lado.
-        Yo he salido más tarde, le he ido a buscar para ayudarle con las cosas,
-       Y nosotros, pues nada esperando dentro, que al menos había aire acondicionado.
-        Hasta la llegada del dueño, que no ha solucionado nada y luego la poli, que al ser del pueblo y nosotros forasteros; pues se han limitado a cumplir y listos...
-        Sí,  a comprobar que rellenáramos la hoja cada uno su parte y ya está.
-        ¿Y el dinero?
-        Eso ya estaba solucionado, nos lo habían dado antes.
-        Sí, al final la tipa ha puesto en la barra  el importe completo, con lo de la jarra también.
-        Eso sí, protestando y enseñando la libreta de notas, que cuando hemos pedido no llevaba.
-        ¡No! ¡Es verdad! Lo ha retenido de memoria. 
    -  ¡Mal, claro! Cómo se ha podido ver.
-         ¡No se os puede dejar solos!.
-        Si eso, nosotros tan ricamente bañándonos en el mar y vosotros liándola por una cervezas.
-        Es que yo no tolero que me insulten y me llamen muerto de hambre.
-        A parte de que estaba todo muy malo.
-        Sí, encima eso. Una porquería.
-         Ya de entrada hemos devuelto unos buñuelos que estaban congelados por dentro, los ha vuelto a traer tras recalentarlos.
-        Sí,  y uno que estaba mordido, seguía en el plato.
-        Y el pulpo estaba saladísimo
-        ¡Un desastre!
-        Vaya, venga, hagamos un aperitivo como dios manda
-        Sí, “porfa”.
-        ¿Tienes hojas de reclamaciones?
 Lo que tengo es una tranca.



-    La palmera, desde  su altura, mira erguida y silenciosa, dejándose mecer por la brisa, la misma que, poco a poco, va calmando los ánimos de los presentes, sonrientes ante la fideuá que prepara el anfitrión .
      






 Nota: Si vais por L’Ametlla de Mar, ojo con uno de los locales con terraza que hay en la Plaza Catalunya. Un “Trago” puede resultar muy caro. La experiencia puede ser muy desagradable, y desmerece totalmente un pueblo, donde el nivel gastronómico y de atención al cliente es muy bueno.





Sarrià, 26 Junio 2017


12 comentarios:

  1. Jajajajajajajaaj. Yo me muero toda contigo.

    Gracias por la advertencia ;)

    Las fotografías son una pasada...dan ganas de lanzarse :)

    Es una gozada nadar en alta mar, cada vez que lo he hecho he disfrutado como una enana.

    Besines

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    1. Jajaja!!! Ni se te ocurra.
      De nada, a tenerla en cuenta.
      Hay de todos los presentes :)
      Que tendrán los enanos para disfrutar tanto...
      Besines.

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  2. Por desgracia no es un hecho aislado.
    En todas las zona turísticas los bandoleros están al acecho, y no me refiero a los carteristas, sino a los del gremio de la restauración.

    Saludos.

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    1. Es triste este comportamiento, me imagino que contra los turistas de verdad, los extranjeros, el abuso ha de ser enorme. Tendrían que ser más enérgicos contra estos comportamientos.
      Saludos.

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  3. Hola Alfred!
    Viajar es bonito porque el país lo es y porque esperas pasártelo bien. A veces incidentes así, te estropean el día aunque después, valoras lo positivo.

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    1. Hola Enric!
      Al final te olvidas de la parte negativa y disfrutas todo lo bueno que es mucho más, pero sabe mal y estropea a una comunidad que vive en gran parte de esto.

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  4. Me encanto eso de que llevaba los pedidos de memoria
    Vaya que memoriosa la chica!!!!
    Cariños

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Alfred he eliminado el comentario porque no era correcto...(nefasto teclado de móvil).😩
    Decía que tal cual! Cómo si os estuviera oyendo! Un placer leerte.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Hola Blanca!
      Tranqui, nos pasa a todos. ;)
      Un placer estar ahí y compartir un maravilloso día, con anécdota incluida.
      Muchas gracias.
      Un beso.

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