Las cosas cuando le pasan a uno son más graves. Vivimos en una ciudad que en tiempos era hermosa y la envidia de otras muchas europeas no tan deseadas por los visitantes extranjeros.
Ahora es un nido de ratas y también de rateros, raro es el día en que no ves un ciudadano airado, víctima de algún abuso de los amigos de lo ajeno, ya sea en los transportes públicos o simplemente en la calle, a plena luz del día, o como en mi caso en horario nocturno, pero antes de cenar, o sea que tampoco era una hora tan avanzada.
Iba caminando por mi calle tranquilamente, pero al paso vivo al que acostumbro a moverme, cuando me interpela alguien a mi espalda en una jerga desconocida, medio inglés, medio castellano, pero enteramente macarrónico. Preguntaba por una calle principal que estaba a unas escasas dos manzanas, para agradecerme la información me ha hecho un juego de chocarme las manos al estilo de los deportistas, primero con la derecha y luego con la izquierda, yo ya llevaba las llaves en la mano y he tenido que cambiarlas de mano, pero he encontrado raro su comportamiento. ¡Y tan raro que era! Enseguida me he apercibido que había desaparecido mi reloj.
Inmediatamente ha puesto pies en polvorosa, doblando por una bocacalle, poco transitada mientras yo corría tras él, gritando lo típico de: ¡Al ladrón! ¡Al ladrón! Pero solamente nos hemos cruzado con un tipo que se ha limitado a insultarlo mentando a su madre.
Al ser mucho más joven que yo se me iba escapando sin remedio, ha llegado a otro cruce y he hecho un último sprint para ver como giraba por otra calle y otra persona que se volvía, pero sin hacer nada.
En esto he tenido que pararme en un cruce, ya no sabía por dónde había seguido. Recto no parecía, no me llevaba tanta ventaja y hacia la derecha era una calle muy tranquila, pero algo me ha hecho asomarme y verlo en la entrada de una casa residencial de amplia portería con acceso a un parking para los vecinos.
Le he increpado como se merecía y ha visto claro que para escapar era obligado un enfrentamiento, ha optado por lo más sensato y me ha devuelto mi reloj.
Le he dejado irse, no sin increparle para desahogarme con ganas y recuperarme anímicamente. Era objeto con un valor personal muy por encima de que se le pudiera dar comercialmente, que también.
400 metros lisos ciudadanos, eso es lo que he recorrido persiguiendo a ese individuo con pinta, a primera vista cuando me he fijado más en él en aquella iluminada portería de casa bien, de pakistaní o algo similar, pero eso daría pie a esos tics raciales que empiezan a proliferar entre nosotros, pero hay que reconocer que ya conocen nuestro sistema y se adaptan muy bien.
Barcelona, 18 septiembre 2022
El robo de relojes, especialmente a turistas, está llegando a límites impensables.
ResponderEliminarUtilizan todo tipo de técnicas, desde el burdo tirón que deja heridas en la muñeca hasta otras más habilidosas.
Es una plaga lo que está sucediendo.
Tampoco pienses que se puede hacer mucho más.
Aunque un policía lo hubiera detenido al día siguiente estaría en libertad y seguiría robando tranquilamente.
El código penal español no es de los más blandos de Europa, todo lo contrario, y aún así...., incluso la población reclusa en España era de las más altas del continente.
Intuyo que este tipo de delitos tienen aparejada poca pena por razones de política criminal.
Si subes mucho la pena a los hurtos, y se equipara a los robos, los ladrones en vez de buscar el descuido irán directamente a la navaja en el cuello que es más rápido y práctico y el reproche penal sería parecido. Por eso los hurtos tienen menor pena.
He conocido casos de bosnias, no voy a ocultar la nacionalidad porque es que eran bosnias, y es su modo de vida, y son grupos habituales que hurtan en el metro de Barcelona.
Sus ingresos fruto de los hurtos rondaban hace tiempo los 4.000 euros mensuales. Chicas muy jóvenes. Con hijos pequeños que eran cuidados por otras ciudadanas bosnias de edad avanzada. Dado que oficialmente no tenían trabajo recibían ayudas de todo tipo, tanto para ellas como para el comedor del colegio de sus hijos, gratis, o libros gratis, etc..
Esto no es un bulo esto lo sé de primera mano.
He resaltado la nacionalidad porque ciertamente en este tipo de infracciones penales en el metro son las líderes. También hay españoles que se dedican a lo mismo pero no tantos.
Me alegra que recuperaras el reloj.
No es lo habitual.
Saludos.
Es una plaga, que además parece consentida, pues hace tiempo que dura y la cosa va a peor.
EliminarEn mi sufrida experiencia, el tipo fue habilidoso y no utilizó violencia alguna.
Sí, ya sabemos que entran y salen con frecuencia, por muy reincidentes que sean.
Imagino que estas más al corriente del modo de vida de ciertas etnias dedicadas profesionalmente a estas actividades.
Tuve la suerte de que él se cansó tanto como yo y de que se quedo encajonado en una portería. Con un muchacho que hubiera podido testificar contra él, le salía más barato devolverme el reloj.
Saludos.
Qué experiencia más tormentosa y triste también. Tratar de frenar a un ladrón no debería de ser una heroicidad, siempre ha bastado con que dos o tres personas bien plantadas le obstaculicen el paso, pero el miedo se ha instalado en la sociedad y hace estragos. Hablo desde la tranquilidad de una población pequeña, supongo que no tiene nada que ver con tu ciudad, aún así es muy triste que hayamos normalizado el ignorar el grito de una persona necesitada de ayuda.
ResponderEliminarAfortunadamente no te rendiste y recuperaste tu reloj, me alegro mucho, y al final eso es lo que importa.
Besos amigo guerrero!!!
(guerrero en el sentido del que sabe defenderse)
No es una experiencia agradable de vivir y tampoco de explicarla, lo ideal es que estas cosas no ocurran, así en general, por nada ni a nadie.
EliminarLas poquísimas personas que nos vieron correr, a parte de insultarle, nada hicieron. Al ser una ciudad grande y donde estas cosas pasan a menudo, ya nadie hace mucho caso.
Saben que se meten en un lio, tener que declarar perder el tiempo y el delincuente sale antes de que te des cuenta de la comisaría.
Me dio coraje el darme por vencido y porfié hasta pillarlo, dada mi venerable edad estoy asombrado de lo bien que resultó.
Besos, Ana!!!
Por suerte no iba armado. Un beso
ResponderEliminarNo, ni me amenazó en ningún momento.
EliminarSaben que eso es un agravante.
Un beso, Susana.
Si llego a estar contigo le parto la cara. Así tal cual. Qué asco. Luego todavía hay gente buenecita que se atreve a decir que soy violenta. A veces dar dos ostias es la única salida. Me alegro que hayas recuperado tu reloj. Y sobre todo... Qué no te haya pasado nada. Qué por mucho menos que un reloj hay quien acaba apuñalado en la calle. Las ostias se las daba también a los que nunca se implican. Odio a esa lacra de mierdas que siempre miran en la dirección contraria.
ResponderEliminarPor cierto. Estás muy guapetón en la foto 😉
Un beso
Si llegas a estar conmigo, el tipo hubiera acabado en un contenedor de basura, lo tengo claro. ;)
EliminarSí los hay que actúan con violencia y acaban dislocando al agredido. La gente se inhibe de las agresiones a los demás, no quieren meterse en líos.
Muchas gracias!!! Es de la presentación del libro y luzco el reloj.
Un beso.
Me imaginé que por eso la foto. Por fortuna lo conservas y no te ha pasado nada.
EliminarA mí mejor amiga, la asaltó un crío con una navaja y le quitó la cadena con la medalla de su padre que había muerto unos días antes. Se puso de rodillas y hasta le suplicó para que le dejara la.medalla. Era un mierda que no tenía dos hostias...pero claro... Llevaba una navaja. Ella todavía llora cuando lo recuerda... Y hace un montón de años.😡
Chica lista!!! ;)
EliminarSí, es el típico artículo personal a conservar por siempre.
Lo de la navaja ya impresiona más, de esos tuve un susto con unos chicos que me amenazaron con un punzón, decirte que se fueron sin nada. De esos me he acordado ahora por mencionarme tú esa anécdota.
Un beso.
Hola, Alfred, me alegro que la cosa no llegara a mayores y recuperases el reloj, en fin... que decirte, hay ladrones de todo pelaje, una pena.
ResponderEliminarHola Ángel, Yo también me alegro, nadie resultó herido y todo acabó como al principio, el yéndose con la cabeza baja y yo con mi reloj en la muñeca.
EliminarEs una pena tener que vivir situaciones así.
Allá se está pareciendo demasiado a acá. Sólo espero le encuentren la solución que acá brilla por su ausencia...
ResponderEliminarAbrazo grande!!
Pues no me satisface nada el parecido, si bien tengo que decirte que cuando estuve por allá en el 2016, no tuve el más mínimo problema. incluso me deje una pequeña mochila en en la silla del bar que hay en la librería Teatro Grand Splendid, con cámara t efectos personales y me la devolvieron con todo. ;)
EliminarCambió todo tanto aquí en tan poco tiempo, amigo...
EliminarYa imagino, y no para mejor.
EliminarParece que los dueños de lo ajeno brillan en todos los paises.Muchos argentinos se van del país por la falta de seguridad que existe por las grandes ciudades y ponen por ejemplo a Barcelona por lo sugura.
ResponderEliminarSiento lo que te sucedió, al menos recuperaste tu reloj.
mariarosa
Creo que todas las grandes ciudades tienen problemas de esta índole, pero aquí se está incrementando notablemente y con total impunidad.
EliminarSí, lo recuperé!!!
Un abrazo.
Lo siento mucho. Los relojes son muy apetecibles, y más si son de cierta calidad, que los mangantes no son tontos. No es una práctica privativa de Barcelona, aunque eso no consuele. Conmigo lo intentaron en una ocasión y fue una muchacha joven con artes y propuestas erotizantes y que empezaba a tocar el brazo, la muñeca...y a mí que me toquen sin permiso me pone siempre muy en guardia, así que le di un codazo y me alejé, porque sospecho que los compinches no andaban lejos. Y fue cerca de mi casa, que tampoco es centro centro pero sí zona muy habitada. Al poco tiempo salió en la prensa que habían detenido a una banda que se dedicaba a camelar a jubilados. Hay que agradecer al sistema nervioso y a la experiencia que se va teniendo la capacidad de reacción. Otra cosa sería que hubiera acto violento directo, ahí ya...Repito: lo siento, racionaliza y tranquilízate. A mí también lo que más me duele es perder objetos de valor sentimental, más si son de toda la vida o de personas especialmente significadas.
ResponderEliminarQuede sorprendido de mí mismo, ante la presteza de mis reflejos para darme cuenta y la decisión de correr tras él. Aunque ya me han llamado la atención por arriesgarme a que fuera alguien con más malas pulgas, de lo que resultó.
EliminarDigamos que tuve decisión pero también mucha suerte.
Con otro reloj, seguramente no lo hubiera hecho, creo.
Has tenido una aventura desagradable, pero por fortuna ha salido bien , no ya por recuperar tu reloj ( que por supuesto importa) si no que no haya ocurrido ninguna desgracias.
ResponderEliminarBueno Alfred tu salud esta a pruebas de una carrera de 400 metros lisos ..Un fuerte abrazo
Es un incidente muy habitual en esta ciudad, por mucho ojo que le pongas a todo lo que te rodea, pero no podemos estar eternamente desconfiando.
EliminarSorprendido quedé de mis prestaciones ;)
Un fuerte abrazo Campirela.
Amigo te leo y me metiste de la escena de ese día, por tu descripción lo tuviste que pasar fatal y menos mal que no te agredieron, una experiencia vivida super desagradable!
ResponderEliminarUn gran abrazo, cuídate!
ya ves, me salió la vena heroica y justiciera, recuperé lo sustraído y cada cual siguió su camino sin daños.
EliminarUn gran abrazo Enca y gracias por preocuparte.
Amigo Alfred, me alegro de que recuperaras el reloj y de que la cosa no fuese a más, en esas circunstancias nunca se sabe. Lo peor de todo es que la gente hoy día no se implica en nada y miran para otro lado.
ResponderEliminarCada vez los robos en las ciudades se están haciendo más insoportables y encima a pleno luz del día. Algo deberán de hacer porque dadas las circunstancias estos hechos no pueden ir a más.
Repito me alegro por el reloj y por ti que a Dios gracias termino todo bien y sin ningún enfrentamiento.
Un abrazo.
gracias Juan, todo quedo en una mala experiencia, con la recuperación del bien sustraído. Hay quién me ha recriminado el hecho de arriesgarme en una persecución con final incierto, por aquello de ¿Y sí iba con una navaja? Pero ni iba ni tenía pinta de ello, no sé, fue algo instintivo y no tiene más.
EliminarLo malo es que esta gente sabe que son delitos menores por los cuales no van a ser retenidos en comisaria ni nada de eso.
Un abrazo.
Hola Alfred, hace un rato que estado en el rincón de Albada y me a gustado mucho su entrada y al tierno guiño que a echo, lo que no sabía es que un caco mal nacido, te había robado tu reloj, y la suerte que tuviste de poder recuperarlo, la verdad es que perdona que te lo diga pero Barcelona parece un ciudad sin ley, yo muchas veces veo como los carteristas roban en el metro ya sea de Madrid, Valencia o Barcelona, que a estos tipos no los meten en la cárcel ya que el robo no llega a los 400 euros.
ResponderEliminarY menos mal que no llevaba navaja o un palo, doy gracias que no pasó nada y recuperate el reloj.
Veo que estás en plena forma, pero debes tener cuidado ya que el corazón se resiente.
Te deseo una feliz tarde besos de flor.
Barcelona cada vez más, está en un total abandono y dejadez por parte municipal.
EliminarTuve la suerte de enfrentarme a un simple descuidero, no iba armado ni me amenazó, simplemente usó su habilidad para sacármelo limpiamente, pero tuve los reflejos para darme cuenta y salir tras él.
También yo quedé sorprendido de mis prestaciones. ;)
Gracias Flor. Besos.
Una situación lamentable que puedan robar con tanta impunidad y me temo que dada la coyuntura económica este problema irá a más si no endurecen las penas y todo queda en el concepto de pequeño hurto. Me alegro que pudieras recuperar tu reloj sin sufrir más percance que el robo en si. Un abrazo
ResponderEliminarMuy lamentable, una experiencia de lo más desagradable, es de suponer que la cosa va a peor.
EliminarUn abrazo Neuriwoman.
Bueno, al menos sé que a mí no me podrán quitar el reloj porque no llevo, pero sí el móvil o la cartera. Nunca he tenido una sensación de amenaza en Barcelona cuando vivía allí. Ahora bajo de vez en cuando pero no he tenido el más mínimo incidente. Sí que he visto tirones de bolsos hace tiempo. No sé si es exagerar sobre la peligrosidad de Barcelona, algo que pasa en todas las grandes ciudades turísticas del mundo. Las leyes no permiten la arbitrariedad y los ladrones no pueden ser detenidos por un robo menor, y si lo son, salen por la misma puerta por donde han entrado. Esto lo saben, que quedan impunes, y no hay nada que hacer por parte de la policía que no puede estar en todos los sitios. El problema son las leyes laxas que tenemos, pero esta es la forma que tenemos de entender la democracia. En Singapur tirar un papel al suelo significa una multa de cientos y cientos de dólares, si no miles. Allí nadie delinque ni roba. Pero es a costa de otros valores. Hemos elegido esta sociedad y la policía no puede hacer nada, ni los jueces. Has tenido suerte. Saludos.
ResponderEliminarEl deterioro barcelonés se ha manifestado mucho más en el último mandato del actual equipo municipal. Es de vergüenza ajena. Las leyes no ayudan y esto es el salvaje oeste.
EliminarGracias Joselu. Saludos.
Por fin me entero de lo sucedido, porque en el blog de Albada me estaba haciendo un lío.
ResponderEliminarLo triste es tener que decir que, dentro de lo malo, has tenido suerte de que el delincuente no fuera violento. Y luego tú, que le has echado dos pelotas, la verdad. No deben estar acostumbrados a que las víctimas salgan tras ellos.
Me alegra que la cosa no haya terminado mal.
Un abrazo.
Bueno, aquí está un poco más pormenorizado lo ocurrido con el amigo de lo ajeno. Imagino que no, pero aunque me hallan recomendado que no lo haga más, no quiero ceder al miedo.
EliminarGracias Chema. Un abrazo.
Alfred, son una epidemia que se ha regado por el mundo. Aqui donde vivo, y en Colombia, tiene uno miedo de que lo atraquen, y más si es por robarle un celular. En el país los homicidios por cuenta de un celular, casi superan los regulares. Un abrazo , y menos mal que no sufriste maltrato por parte del atracador.
ResponderEliminarHola Carlos, es un mal que se va escampando por todo tipo de países y sociedades, es el cáncer que no hay forma de combatir, el delito menor no es penado lo cual facilita su continuidad por parte del ratero, pero además mina la confianza del ciudadano en su entorno. Nos hace a todos más débiles. Por eso no hay que dejarse avasallar.
EliminarUn abrazo, no hubo amenaza física, se limitó a devolverlo.
No deja de ser una relaidad de muchos lugares, en Sudamérica ni hablar. No lo hubiese corrido, nmunca se sabe más allá de ese valor sentimental. Me alegro que estés bien y solo enojado.... saludos!
ResponderEliminarSupongo que en cada lugar la reacción puede ser otra, en función de la vivencias conocidas, aquí me salió así y tuve suerte.
EliminarGracias JLO, saludos!
Alfred, tuviste suerte. Fuiste muy temerario porque te podría haber atacado. Generalmente andan armados. En mi país, de un tiempo hasta la fecha, con la inmigración descontrolada de venezolanos se han disparado las cifras de robos y asesinatos. No tengo nada contra los buenos inmigrantes que llegan en busca de un mejor destino, pero lamentablemente entra de todo. Para la próxima vez, cuida sobretodo tu integridad personal.
ResponderEliminarPerdona si comento ahora, pero tengo problemas con las actualizaciones de los Blogs amigos.
Abrazos
En ningún momento tuve sensación de peligro, no tenía la pinta de ser un elemento agresivo y no profirió ninguna amenaza. Era lo por aquí se suele definir como un carterista o descuidero, te pillan por sorpresa y tienen la habilidad de sustraerte algo prácticamente sin que te des cuenta, aunque yo sí me di y pude correr tras él.
EliminarSupongo que no se esperaba una reacción así por mi parte, dada mi edad y mi físico, pero le gané la partida y acabó cediendo el reloj.
Ya veo que Blogger va cada vez peor.
Abrazos Tatiana!!!
Tremendo y cada vez más habitual.
ResponderEliminarFuiste valiente y salió bien, pero nunca se sabe con quien te la estás jugando.
Da mucha rabia que se les deje actuar de esta manera. Yo lo siento, pero quien delinque, si viene de otro país, se le echa y se acabó.
Tristemente es así, Galilea.
EliminarSensación de peligro no tuve.
Da rabia que se salgan con la suya y no les pase nada.
Tendría que ser así, expulsión automática.
Pasa en todas las ciudades, lamentablemente.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Sí, es una plaga que se va escampando, pero se podría hacer algo más de lo que se hace. Los últimos sucesos ocurridos en las fiestas de Barcelona son inadmisibles y una vergüenza .
EliminarSaludos.
Has tenido una vivencia muy desagradable pero, sobre todo, mucha suerte que se "encerró" él mismo y no iba armado. Me alegro del final tan feliz como maratoniano.
ResponderEliminar¡Qué pena me da de nuestra Barcelona, tan señorial, bonita y monumental! Tengo amigos que trabajan allí y están deseando un traslado debido a la inseguridad que campa por todas partes...
Me han contado los sucedidos en la tradicional Fiesta de la Merced, violencia y saqueos, lo peor, un fallecido...
Te ha salido bien el asunto, no siempre tendrás esa suerte, comprendo tu reacción ¡Enhorabuena!
Son sucesos vergonzosos y muy lamentables, lo peor, que van creciendo.
Hoy te doy dos besos.
El mismo, cansado supongo, se metió en una ratonera.
EliminarBarcelona está desbastada, en manos de elementos impresentables que se dedican a cargarse lo era una ciudad espléndida. Ahora es un cúmulo de suciedad y violencia.
Salió bien, lo cual no quiere decir que lo repita, ya me han dicho de todo por arriesgarme, seguramente por la cartera no hubiera corrido tanto.
Totalmente vergonzosos y muy baratos para quienes atacan.
Entonces dos veces gracias.
Besos.
Te he leido atentamente y creo que esto de los robos y los atracos ya es popular en muchisimos paises del mundo.Aqui tambien sucede y lo peor es que se violentan ya sea que uno tenga o no tenga algo de valor ...de todas maneras te golpean o te matan . Creo que has tenido muchisima suerte y se entiende totalmente ese sentimiento de impotencia frente a este tipo de situaciones,Abrazo grande y suerte que no pasó nada grave.
ResponderEliminarTuve suerte, fue un ladrón que buscaba los mínimos problemas, no esperaba una oposición tan decidida.
EliminarUn abrazo.
Después de pasada la experiencia, lo que es motivo para alegrarnos mucho es tu buena condición física y agilidad, alcanzar a un ladrón no ha de ser para principiantes. Claro además de la alegría de haber recuperado tu reloj.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Ya ves, ni yo me lo creía.
EliminarGracias, un fuerte abrazo, Sara.
Se ve que estás en forma, Alfred, igual batiste el récord nacional de los "400 metros tras ladrón" :D
ResponderEliminarYo llevo un reloj monoaguja de 24 horas, difícil de vender para gente no-excéntrica. Así que si un día me dan un tirón y se lo llevan, seguro que aparece tirado en el suelo unos metros más adelante. :)
Un abrazo.
Creo que no hay testigos que lo certifiquen, No puedo contar con el testimonio del antagonista ;)
EliminarCerca de donde vivía hace un tiempo había una tienda que comercializaba una marca de relojes mono agujas alemana.
Un abrazo.
Tengo alrededor de quince años o más que no camino las calles, sean dos cuadras es en auto, la violencia e inseguridad se dejaron sentir por aquellos tiempos y parece que se acomodaron bien, porque la ciudad no volvió a ser la de antes.
ResponderEliminarTen cuidado, porque fácilmente puede pasar de ser un robo a algo más.
Hola M.N. Es una situación que se esta viviendo en las ciudades por la impunidad que da el hecho de ser tantas las acciones de este estilo que ya no dan abasto.
EliminarMi situación personal fue tener una reacción de no dejarme vencer, va con el carácter.
Gracias!
Situación que se ha convertido en cotidiana ¡que pena! fuiste arriesgado al perseguir a ese tipo,
ResponderEliminarsi... ya se, terminó todo bien pero podria haber resultado de forma imprevisible
Me alegra que recuperaras el reloj, lo ideak seria que estos tipos dejaran de actuar
Ese sería el ideal, pero entre todos se lo ponemos tan fácil que se saben impunes.
EliminarTuve reflejos y la decisión de no darme por vencido.
Por suerte salió bien.
Por suerte para ti con un final feliz
ResponderEliminarSaludos Alfred
Sí, lo cual no es muy normal, más bien lo contrario.
EliminarSaludos Norma2