La Cinta Blanca (2009)
Una película de autor, con todas las connotaciones
que eso conlleva.
Una plastada. No, al menos no bien bien. Es de esas
películas que considero mejor, al menos hablando por mi experiencia, verla sin demasiada información previa, pues si no, difícilmente lo haces.
Con lo cual ahora tendría que callarme y dejar que
cada cual haga lo que quiera si se encuentra ante la posibilidad de enfrentarse
a ella.
Pues de eso se trata, someterse a los delirios
tremendistas de un iluminado, en este caso un director de culto, mostrando
todas sus filias y fobias, eso está claro.
Para entendernos, a mi me ha recordado someramente,
en algunos aspectos, al menos en las relaciones sociales en un ambiente rural
sumamente opresivo, a los Santos Inocentes.
Pero la maldad aquí mostrada, como hilo conductor de
toda la obra la hace muy distinta.
Entre ellas hay notables diferencias, el mal
sabor de boca tras el visionado, aquí es mucho más agrio.
Cargada de simbologías, ambientada en la Alemania
rural anterior a la Gran Guerra, diseñada técnicamente, de forma magistral, hay
que decirlo, es una cinta muy manipuladora, que en mi modesta opinión, está muy
sobrevalorada.
Considero muy rebuscado justificar la aceptación del nazismo
por una sociedad, a través de las experiencias aquí mostradas.
En algunos aspectos nos puede recordar el cine nórdico,
de Dreyer o Bergman, pero no deja de ser por el aspecto imitador estético.
En fin, que no la recomiendo, excepto para seres
atormentados o masoquistas inquietos.
Barcelona, 17 Julio 2018