Paseando con dos ruedas (Parte I)
El recurso de ir reconvirtiendo los antiguos trayectos de ferrocarriles de vía estrecha, abandonados y en desuso, en lugares de paseo y de práctica deportiva, va gozando cada vez más del favor de los aficionados a las caminatas o al uso de las bicis de montaña.
En este recorrido por la comarca turolense de Matarraña, bordeando el río que le da nombre en su camino hacia el Ebro, nos encontramos con un recorrido fácil, pero con una ligera subida siempre constante y continua, que con el calor hace sus pequeños estragos en el físico.
El recorrido no está excesivamente cuidado y los edificios de las estaciones y los auxiliares, están todos prácticamente en ruinas.
En el primer tramo, es dónde está el túnel más largo, que es de paso semi permitido, lo cual nos indica su estado.
De todas formas los paisajes y las pocas gentes con las que te encuentras, hacen el recorrido agradable.
Esperemos que con el hecho de que poco a poco se va poniendo de moda, gracias al turismo rural, todo este conjunto de pista y entorno se vaya renovando a mejor.
Partiendo de Alcañiz, hemos hecho una primera etapa hasta Valderrobres, pedaleando de forma continua es decir sin tramos de descanso, en una ascensión de poca importancia pero que con el calor se nos ha hecho algo más pesada, nada grave.
Hay que anotar el ir bien hidratados y con protector solar.
Los tramos entre hondonadas altas que impiden contemplar algo más que unas paredes de tierra son las que se hacen algo pesadas, pero cuando esto no ocurre y permite contemplar el entorno, las vistas valen la pena.
Tras mucha soledad en la ruta, dado el ínfimo contacto humano, llegamos a una hermosa ciudad, cargada de edificios que rezuman historia.
Plenamente activa y con ganas de reivindicarse, en nombre de la llamada España vaciada y sobre todo para hacerse ver tras el famoso eslogan de Teruel existe.
Ciudad de pocas calles largas, únicamente al lado del río, las demás son sinuosas o con escaleras para ascender hacia el castillo y a la iglesia de Santa María la Mayor .
Piedras nobles que dan fe de la importancia del lugar y de sus gentes.
La llegada al final de nuestra primera etapa, a la localidad de Valderrobres se agradece, es una población que impresiona.
Se agradece el reencuentro con la civilización, con la recompensa que ello implica para el bienestar corporal, como es una buena y fresca cerveza, una excelente cena, un pequeño paseo para poder coger la cama con ganas para pensar en la segunda etapa.
Fotos gentileza del autor
Barcelona, 28 mayo 2021