El recurso de ir reconvirtiendo los antiguos trayectos de ferrocarriles de vía estrecha, abandonados y en desuso, en lugares de paseo y de práctica deportiva, va gozando cada vez más del favor de los aficionados a las caminatas o al uso de las bicis de montaña.
En este recorrido por la comarca turolense de Matarraña, bordeando el río que le da nombre en su camino hacia el Ebro, nos encontramos con un recorrido fácil, pero con una ligera subida siempre constante y continua, que con el calor hace sus pequeños estragos en el físico.
El recorrido no está excesivamente cuidado y los edificios de las estaciones y los auxiliares, están todos prácticamente en ruinas.
En el primer tramo, es dónde está el túnel más largo, que es de paso semi permitido, lo cual nos indica su estado.
De todas formas los paisajes y las pocas gentes con las que te encuentras, hacen el recorrido agradable.
Esperemos que con el hecho de que poco a poco se va poniendo de moda, gracias al turismo rural, todo este conjunto de pista y entorno se vaya renovando a mejor.
Partiendo de Alcañiz, hemos hecho una primera etapa hasta Valderrobres, pedaleando de forma continua es decir sin tramos de descanso, en una ascensión de poca importancia pero que con el calor se nos ha hecho algo más pesada, nada grave.
Hay que anotar el ir bien hidratados y con protector solar.
Los tramos entre hondonadas altas que impiden contemplar algo más que unas paredes de tierra son las que se hacen algo pesadas, pero cuando esto no ocurre y permite contemplar el entorno, las vistas valen la pena.
Tras mucha soledad en la ruta, dado el ínfimo contacto humano, llegamos a una hermosa ciudad, cargada de edificios que rezuman historia.
Plenamente activa y con ganas de reivindicarse, en nombre de la llamada España vaciada y sobre todo para hacerse ver tras el famoso eslogan de Teruel existe.
Ciudad de pocas calles largas, únicamente al lado del río, las demás son sinuosas o con escaleras para ascender hacia el castillo y a la iglesia de Santa María la Mayor .
Piedras nobles que dan fe de la importancia del lugar y de sus gentes.
La llegada al final de nuestra primera etapa, a la localidad de Valderrobres se agradece, es una población que impresiona.
Se agradece el reencuentro con la civilización, con la recompensa que ello implica para el bienestar corporal, como es una buena y fresca cerveza, una excelente cena, un pequeño paseo para poder coger la cama con ganas para pensar en la segunda etapa.
Fotos gentileza del autor
La bicicleta, la mejor herramienta para mantenerse con buen físico, y movilizarse en el paisaje abierto. Muy buena crónica, y al relacionar las estaciones del tren y las vías abandonadas, me viene la nostalgia de cuando pequeño, viajaba en tren al norte de mi departamento. Hoy, esas estaciones y sus vías son también ruina.
ResponderEliminarDe tu crónica y el paso por los pueblos que mencionas, me llama la atención la arquitectura de sus viviendas en piedra. Hermoso Teruel, que me trae la nostalgia del pueblito de mi infancia, Barichara. Un abrazo. carlos
Además permite el acceso a sitios como estos, una excursión que vale la pena.
EliminarHe buscado Barichara y es bien lindo, al centro del país.
Un abrazo.
Es una zona precioso. Un beso
ResponderEliminarSí que lo es, la excursión merece la pena.
EliminarUn beso.
Recorrí el Matarraña hace unos diez años con un amigo. Es una comarca bellísima a la que quiero volver. El drama de la España vacía es terrible. Uno conoce estos pueblos, Beceite, Valderrobres, La Fresneda, Penyarroya de Tastavins y otros y se da cuenta de su riqueza humana y cultural. Todos nos hemos venido a las ciudades y hemos abandonado el medio rural, algo que pagaremos amargamente. Una hermosa colección de fotos y un buen reportaje. Saludos.
ResponderEliminarEntonces ya sabes de que va todo esto. Yo había estado hace como más de treinta años y claro no tiene nada que ver.
EliminarEs una pena que nos hacinemos en ciudades y dejemos morir pueblos maravillosos. Por suerte hay gente que permanece.
saludos.
Precioso recorrido amigo y das constancia de tu buena forma física, esos recorridos hay que hacerlos. El paisaje es una preciosidad, así como esos pueblos, una pasada. Qué trágico pensar en esa España vacía. Las fotos son maravillosas.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
El recorrido merece el sacrificio de sudar un poco, en mi casi quizás algo más ;)
EliminarLo de la España vacía lo pagaremos caro.
Muchas gracias.
Un abrazo y buena semana.
Que bonito recorrido nos has dejado, desde luego que viajar en bicicleta te da la opción de experimentar mucha cosas y una de ellas es de disfrutar del paisaje aparte de ejecutar piernas y corazón. Un abrazo y gracias por el reportaje.
ResponderEliminarGracias Campirela, es una buena opción y te permite disfrutar del paisaje y hacer bastante recorrido.
EliminarUn abrazo.
Precioso recorrido. Qué pena que esos lugares estén abandonados!! Me ha encantado hacer ese recorrido que nos muestras.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Lo es, la lástima es si deficiente estado, claro que mantener todo esto exige un presupuesto que nadie quiere asumir.
EliminarMuchas gracias Nani.
Muchos besitos.
A este paso te veo en el Tour.
ResponderEliminar:)
Saludos.
Teniendo en cuenta como sacaba la lengua, no daría un duro por ello.
Eliminar;)
Saludos.
Que lindo paseo y que bellas fotos tomaste. Saludos amigo Alfred.
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra, una salida en bici que merece la pena.
EliminarSaludos amiga.
Una idea original y que veo que tiene mucho encanto
ResponderEliminarBravo por ti. Un beso
Hay múltiples lugares de nuestra geografía con vías de este tipo. Vale la pena aprovechar este tipo de salidas
EliminarGracias Albada Dos.
Un beso.
Has escogido el mejor medio para ese recorrido tan espectácular, me encanta las ciudades con casas de piedras, tienen mucho encanto.Magnifico reportaje. Estás en muy buena forma, algunos te envidiarán, jaaaaaaaa
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una forma de salir a pasear que da muchas satisfacciones.
EliminarAdemás luego no tienes cargos de conciencia con lo que comes. ;)
Me encanta pasear por esos pueblos enriquecidos con casas de piedra con nobles escudos en sus fachadas.
Bueno, digamos que hago lo que puedo.
Besos.