Paseando por Tarragona
Tras un cómodo trayecto en un tren semidirecto, que nos ha traído en
poco más de una hora, llegamos a nuestro destino.
Salimos de la estación, para empezar nuestro deambular sin rumbo ni
concierto por la antigua “Imperial
Tarraco”
Contemplamos un mapa de esos
puestos en la calle para despistar a los turistas, en la estación no hay ningún
punto de información, y en los alrededores tampoco. Tienes que ir más hacia el
centro de la ciudad. Sin comentarios.
Andamos por una calle/carretera de circunvalación, al lado de las líneas de tren, contemplando el mar y disfrutando de un día soleado de invierno, en el que se agradece este gesto para con nosotros, por parte del tiempo atmosférico.
Andamos por una calle/carretera de circunvalación, al lado de las líneas de tren, contemplando el mar y disfrutando de un día soleado de invierno, en el que se agradece este gesto para con nosotros, por parte del tiempo atmosférico.
Nos llegamos pasando por
delante de la playa del Miracle, justo debajo del famoso balcón del
Mediterráneo, hasta el anfiteatro romano, donde en tiempos se desarrollaban
luchas de gladiadores, no consideramos oportuno pagar entrada, puesto que
prácticamente se puede ver todo desde fuera, incluido los restos de una antigua
iglesia visigoda, construida justo en medio del foso.
Tras superar el desnivel, que nos acerca a la parte más habitada y donde empieza el casco urbano en sí.
Tras superar el desnivel, que nos acerca a la parte más habitada y donde empieza el casco urbano en sí.
Pasamos a ver el museo Nacional Arqueológico de Tarragona, dado el horario de visitas, (En festivos, cierran a las 14h). Además en todas partes, con lo cual nos damos cuenta de que no podremos culturizarnos tanto como teníamos previsto.
Decidimos entrar primero
en la torre Pretorio romano, siglo I, con partes del XIV, una maravilla de
visión obligada, que fue utilizada para diversos menesteres oficiales en todas
las épocas.
Desde residencia real, hasta
prisión de triste recuerdo.
Es curioso que los mayores desperfectos en las instalaciones romanas, que superaron un montón de siglos sin problemas, fueran por culpa del ejército de ocupación francés, en el triste episodio de la guerra de independencia.
Es curioso que los mayores desperfectos en las instalaciones romanas, que superaron un montón de siglos sin problemas, fueran por culpa del ejército de ocupación francés, en el triste episodio de la guerra de independencia.
Tras la torre, nos adentramos
por el casco antiguo, pasando por la plaza de La Font, donde está situado el
Ayuntamiento, lugar lleno de restaurantes y locales.
Curioso pensar que debajo de
nosotros se hallaba el circo romano, S.
I. con sus carreras de cuadrigas.
Muestras del gótico civil, en
la calle de las Voltes, antiguo mercado medieval y vestigios del antiguo call judío
en la plaza Del Angels.
Ascendemos hasta el Pla de la Seu, visitamos la Catedral, siglos XII-XIV, en perfecto estado, con su claustro y un museo diocesano de gran valor.
Ascendemos hasta el Pla de la Seu, visitamos la Catedral, siglos XII-XIV, en perfecto estado, con su claustro y un museo diocesano de gran valor.
Tras comer por la zona, con un menú completo y muy agradable, continuamos por detrás del Palacio Episcopal, yendo a la muralla romana del S. II A.C. con reformas y añadidos construidos en el S. XIV y XVIII.
Luego nos dirigimos hacia La Plaza de Pallol, donde está el Forúm Provincial, con una interesante maqueta de la ciudad.
Al ser festivo, nos quedamos sin poder ver el interior del Mercat Central, centro de productos frescos, mercado municipal, edificio modernista,
Desembocamos en la Rambla
Nova, donde se halla el monumento a una actividad típica como es Els
Castellers, avenida que nos lleva hasta el Balcón del Mediterráneo, esplendido
lugar para admirar como se encienden las luces de los barcos, fondeados a la
espera de descargar en el puerto.
Seguimos caminando, en este caso desandando el tramo matutino, para tras pasar otra vez por la estación de ferrocarril, dirigirnos al barrio pescador y marinero de “El Serrallo”
Seguimos caminando, en este caso desandando el tramo matutino, para tras pasar otra vez por la estación de ferrocarril, dirigirnos al barrio pescador y marinero de “El Serrallo”
Pura fiesta gastronómica,
para deleite de turistas y gente bulliciosa sin más.
Puerto muy concurrido, con abundancia de barcas, lanchas y yates privados.
Puerto muy concurrido, con abundancia de barcas, lanchas y yates privados.
Una visita extraordinaria a una ciudad con tanta Historia y tantos vestigios de la misma.
ResponderEliminarEso sí, es bueno facilitar al visitante la localización, aunque una vez localizado ya no se para qué sirven los puntos informativos ;)
Besines
Pasear por Tarragona es darse una vuelta por nuestra historia, una lección de gran valor.
EliminarMuy graciosa ;)
Besines.
Pues has hecho una visita bien exhaustiva. Me encantó.
ResponderEliminarUn beso
Todo lo que dio de sí un espléndido día. ;)
EliminarUn beso.
Hola Alfred!
ResponderEliminarLa impresión que tengo de Tarragona es de una ciudad muy a menudo olvidada por el resto de catalanes pero este problema algo tendrá que ver con sus políticos, que no saben vender su ciudad. La ciudad es bella, se puede hacer cultura y tiene rincones muy bonitos. Buenas fotos.
Hola Enric!
EliminarEs la más mediterránea de todas, está olvidada por el resto por tener una cultura algo diferente, evidentemente la razón que esgrimes marca mucho, realmente no es lo mejor del lugar.
Es una ciudad preciosa, que permite ser visitada en poco tiempo.
Muchas gracias.
Dos años pasé allí.
ResponderEliminarMe los has hecho recordar.
Gracias.
Espero que haya sido para bien.
EliminarNo entiendo que no tenga el mismo tirón que Girona, es una ciudad con las dimensiones perfectas y con una historia envidiable.
Gracias a ti!
Hola Alfred tengo pendiente hacer esa visita con tiempo a Tarragona y descubrir todo lo que tiene y que no conozco.
ResponderEliminarGracias por el paseo y por descubrirme una ciudad desconocida aunque paso con mucha frecuencia por ella.
Abrazos
Hola Conxita, ahora más que nunca, la considero una visita obligada y más pronto que tarde, pienso volver.
EliminarUn abrazo.